Generalmente no podrás pagar un abogado de una prestigiosa firma a menos que hayas nacido en cuna de oro y pertenezcas a la alta sociedad o seas muy adinerado, lo cual no significa que por eso no tengas acceso a millares de excelentes profesionales en el mercado. Entonces ¿cómo haces para saber y escoger cuál es el abogado más idóneo?
Como lo he dicho en anteriores publicaciones, todo “depende”, primero tienes que tener claro el asunto a resolver por este profesional, pues aunque todos pasamos por la escuela de leyes y nos enseñaron prácticamente lo mismo, al terminar la carrera por diferentes circunstancias nos inclinamos y volvemos expertos en diferentes campos y ahí radica la diferencia entre unos y otros.
Para empezar debes saber que existen diferentes ramas del Derecho o lo que comúnmente se conoce como “tipos de abogados” y esta es la clave para tomar la decisión, el abogado debe saber bien sea por estudios posteriores (especializaciones, maestrías o doctorados) o por experiencia comprobada que conoce del asunto que necesitas resolver. No dudes en preguntarle directamente.
En ese sentido, hay una gran diferencia entre el derecho público y el derecho privado, lo que da lugar a una amplia clasificación de abogados. Están los que se mueven en la rama del derecho público (ósea asuntos que por X o Y razón tienen que ver con el Estado) o más conocidos como abogados constitucionalistas, administrativistas, laboralistas, penalistas; mientras que en las ramas del derecho privado (donde sólo están involucrados particulares) identificas a los civilistas o de familia, los comercialistas, mercantiles o corporativos. No crean que eso es todo! Faltan muchos pero esos son los más consultados.
En segundo lugar, debes tener claro el presupuesto para pagar los honorarios del abogado que escogiste, y eso lo tasa el profesional, lo cual está determinado por sus estudios y años de experiencia. Sin embargo, puedes consultar tarifas de la profesión en Colombia en el siguiente link, lo cual te dará una idea previa http://conalbos.com/tarifas
Por último y no menos importante, escoge un abogado que te genere confianza, empatía, cercanía y sobretodo profesionalismo, y con esto último, no estoy diciendo que sea el más acartonado y estirado de todos, pues no olvides que la imagen es sólo eso ya que ¡NO TODOS LOS ABOGADOS VAN VESTIDOS DE PRADA! Este mundo necesita más buenos abogados, íntegros y humanos que modelos de portada. Busca una persona tan real como tú.