Tiempo sin escribir y tanto sobre qué, así que perdonaran la extensión del mismo. Tal vez esta entrada no sea tan evidentemente jurídica como las anteriores pero la información que quiero compartir con ustedes me hizo ver la mayoría de las cosas que normalmente veo de modo muy diferente. De hecho, no se imaginan las veces que inicie este párrafo que ahora mismo están leyendo.
A veces creemos que nuestra vida se limita al espacio geográfico que ocupamos nosotros y nuestros seres queridos, olvidándonos por completo que el mundo es más grande y a la vez tan pequeño que todas las acciones tienen causa y efecto sobre la humanidad. No sé si sabes que este planeta en el que te encuentras, está pasando por la mayor crisis humanitaria después de la II Guerra Mundial. Es decir, existen millones de personas en riesgo de morir por hambruna, exactamente 20mill.
Uno creería que el origen de esta crisis se debe exclusivamente a los conflictos y la violencia, pero no, las causas por las cuales existen 63.5 millones de refugiados en el mundo de los cuales el 50% son niños (aquí la cifra sube dramáticamente), se debe adicionalmente a desastres naturales, desastres industriales fruto del “progreso”, búsqueda de alimentos y en general, medio ambiente y cambio climático (ahora si van entendiendo porqué esto tiene que ver con usted y conmigo). Las personas desplazadas que huyen de la hostilidad de la violencia o en búsqueda de mejorar sus condiciones por causas ambientales/climáticas, lo hacen con la certeza y la esperanza de una vida digna en otras tierras; sin embargo, se están encontrando con fronteras alambradas y amuralladas, para el 2001 existían 15, hoy hay construidas 63 fronteras prácticamente infranqueables.
Que contradicción hablar de globalización, internacionalización o mundialización y creernos el cuento porque la tecnología evolucionó hasta tal punto que estamos digitalizados. Cuando la cruda realidad es que cada vez estamos más lejos de ello, sino miremos el caso de la sobre ponderada Unión Europea, que surgió en el siglo XX a partir de la declaración de Schuman que propendía por la paz y la unidad del viejo continente como el mayor modelo de integración económico, político y jurídico que puede crear un bloque regional. Sin embargo, hoy pende de un hilo pues no se ha logrado frenar la xenofobia ni resolver la negociación del Brexit y si a eso le sumamos la llegada de Donald Trump que no respalda la unión, sino que por el contrario, anima a otros países a seguir el ejemplo británico queda en evidencia una fragmentación del escenario mundial.
En ese orden, tenemos que la crisis de los refugiados que enfrenta la zona euro, no es exclusivo de esa parte del hemisferio, pues 40,3 millones de personas viven en condición de desplazamiento en el mundo, en México existen miles de personas caminando a EEUU y en Colombia, pese a haber mejorado las cifras con relación a 2015 y 2016 ocupa el primer lugar mundial en record histórico de desplazados con 7,2 millones de personas, superando a Siria, Sudan e Irak.
Entonces, regresando a la idea inicial (si aún estás leyendo, seguro te importa la suerte del planeta, tanto como a mí), no todo desplazamiento es producto de la violencia y el mayor porcentaje procede de otras causas como es la escasez de agua, la deforestación, la desertización y en general todos los efectos de la industria en los ecosistemas, por lo cual es lógico comprender que los países tendrán que tomarse muy en serio el cambio climático que repercute en todos, fundamentalmente China y EE.UU que son los más industrializados, pues a mayor capacidad o poder, mayor responsabilidad. La emisión de gases afecta notablemente a la humanidad y aunque en el 2015 se firmó el Acuerdo de Paris, ése y otros compromisos dependerán de la voluntad de los gobernantes para su cumplimiento, pues no son vinculantes (entiéndase obligatorios) y se convierten en contribuciones que ayudan a mitigar los efectos, ejemplos de ello la “Contribución Prevista Determinada a Nivel Nacional” (INDC) y/o los conocidos Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) acordados por los miembros de la ONU que tratan de evitar a toda costa, un escenario apocalíptico (para los escépticos: aterrador, horrífico, espantoso o como quieran ponerle).
Para finalizar, uno se pregunta, cómo es posible que los intereses económicos estén por encima del bienestar general? En este caso de la humanidad? Llegamos a tal punto que el desarrollo de determinados territorios ha implicado el empobrecimiento de otros. Los efectos devastadores de la industrialización y la explotación del petróleo son un atentado contra la naturaleza, pero eso parece no importar. Sin entrar en política, a mí personalmente como habitante de este planeta si me preocupa para dónde vamos, para muestra de un botón el gobierno de Donald Trump y su “incredulidad” del cambio climático; los ingleses y su Brexit que tiene entre otras razones, la no aceptación de inmigrantes; y para no ir más lejos, aquí en Colombia las olvidadas comunidades de la Guajira y Buenaventura… lamentable panorama, pues no hay peor indiferencia que vivir con el horror sin querer mirarlo.
Enlaces relacionados:
http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=36935#.WSkGM-s1-M9
1 comment
Este panorama, debe llevarnos a pensar sobre la deuda que tenemos con las próximas generaciones,
Comments are closed.